El bizcocho de toda la vida

En esta época del año, no hay más que mirar alrededor (incluso en el post anterior) para observar que hay cosas de Halloween en todos los sitios y calabazas por doquier.

Sin embargo, tras leer el tweet de una amiga, donde ponía "te acuerdas de cuando celebrábamos Halloween?... pues yo tampoco", he decidido dedicarle una entrada con una receta de las de toda la vida: la de bizcocho de yogur.

La mayoría de estas recetas se hacen con yogur o ralladura de limón, pero en este caso he utilizado yogur natural y ralladura de naranja, para darle un toque diferente. Lo mejor de esta receta es que es de las más sencillas de hacer, y no hace falta ni medidor, ya que se utiliza el vasito del yogurt para tomar la referencia de las medidas.

• Ingredientes:

- 1 yogur natural

- 1 medida de yogurt de aceite de oliva suave

- 2 medidas de yogurt de azúcar

- 3 medidas de yogurt de harina

- 3 huevos medianos

- 1 sobre de levadura

- Ralladura de una naranja

- 1 yogur bebible tipo Actimel de naranja (yo usé el de marca Carrefour)

- Mantequilla para el molde

• Preparación:

Precalentar el horno a 180ºC y engrasamos el molde con la mantequilla.

Batimos los huevos con el azúcar con un varilla manual. Tamizamos la harina y la levadura y las añadimos a la mezcla, junto la ralladura de naranja, el yogur y el aceite. Para darle más sabor, he añadido el yogur bebible, de sabor naranja.

En mi caso he batido todo manualmente, aunque se puede utilizar una batidora de varillas.

Meter en el horno 35 minutos (yo lo repartí en 2 moldes pequeños para poder darles forma posteriormente, así que puse 20 minutos cada molde).

Como podréis ver, las formas se podrían perfilar un poco más, pero es tarde y durarán poco, así que otro día, más y mejor. Por ahora, guardo los trozos de bizcocho que han quedado al dar las formas... porque pueden dar paso a otra receta.